26J y Brexit

Ha habido un cierto debate sobre el posible efecto del Brexit en el resultado electoral del 26J y en particular sobre el voto a Unidos Podemos. Yo no descartaría un efecto, quizá no dramático, pero si significativo. El argumento es especulativo y un poco liado, y será dificil de comprobar, pero creo que la literatura sobre actitudes populistas y voto a partidos populistas (por acortar y dejando al lado la polémica terminológica un momentito, partidos con un discurso anti-establishment y pro-soberania popular) puede dar alguna pista.

Por un lado, por trabajos previos sabemos que las percepciones sobre la situación económica del pais importan a la hora de explicar las actitudes populistas y el voto (mucho más que la situación económica personal). Esto se explica entre otras razones porque, en general, la ciudadania considera responsable al gobierno (y por extensión a la élite política) de una mala situación económica. No hace falta que la gente sufra en su propia piel las consecuencias de la devaluación de la libra; basta con que vea caer el IBEX 12 puntos en un dia a 48 horas de votar, creo, para que perciba una señal de alarama respecto a la situación económica. La insatisfacción con la situación económica se traduce en votos a favor de partidos populistas (directamente o a traves de las actitudes populistas), siempre y cuando la gente considere que el establishment es responsable del deterioro (que es lo que suele pasar).

Pero en este caso la situación es muy diferente: el responsable del lío ha sido el pueblo británico, que ha expresado su voz -contraria a la del establishment- a través del referendum, un mecanismo que desde una perspectiva populista se asocia con la preeminencia de las expresiones directas de la voluntad popular frente a otros mecanismos de toma de decisiones propios de las democracias representativas. Igual que Brexit ha sido un misil en la linea de flotación del sistema político británico, creo que también pone bajo tensión a los discursos que situan la “voluntad general del pueblo” por encima de cualquier otra cosa. Y hace más difícil votar a partidos populistas porque desactiva el argumento de que esta voluntad popular (que se supone buena y unívoca) es la solución a los problemas que causa a una élite corrupta y culpable.

Por otro lado, me parece relativamente claro que el resultado del referéndum y sus inmediatas consecuencias ha supuesto, al menos para una parte de la ciudadanía, no solo una sorpresa sino hasta un cierto shock emocional. Y también sabemos que las emociones están relacionadas con el populismo y con la participación. El enfado, la rabia, la irritación, el cabreo aumentan la probabilidad de tener actitudes anti-establishment y de votar. La angustia, el miedo, desmovilizan. Yo creo que Brexit ha contribuido a introducir más miedo e incertidumbre en las ultimas horas de campaña.

Por supuesto, junto a Brexit, también habrán influido otros muchos factores ya apuntados, como el escaso entusiasmo que ha despertado la coalición IU-P, la campaña, o la mayor susceptibilidad a la desmovilización electoral de un electorado relativamente más joven y de izquierdas (cosa un poquito previsible porque sabemos que los jóvenes tienen a abstenerse más que los mayores y que en España la izquierda es algo más sensible a las oscilaciones en la participación electoral que la derecha). El efecto de Brexit será más complicado de comprobar, a falta de contrafactual. No creo que se refleje en las encuestas de los ultimos dias, porque es posible que afecte sobre todo a los indecisos que no decidieron su voto hasta el último momento. No sé si el voto por correo que se emite hasta el 22 puede servir de algo, pero ciertamente no serviran las preguntas sobre cuanto le ha influido a Ud. Brexit, porque ya sabemos que esto no es una buena manera de estimar efectos. Eso si, algunas preguntillas en el postelectoral del CIS sobre esta cuestión y sobre reacciones emocionales ante diferentes escenarios posibles nos vendrían muy bien.